DAS ZIMMERMÄDCHEN LYNN, de 2014, partía de una premisa sumamente interesante, para terminar divagando en un montón de lugares comunes, que no le permiten alzarse más allá de la magnífica interpretación de su protagonista, la actriz luxemburguesa Vicky Krieps, justo antes de convertirse en gran estrella internacional. Lynn, su personaje, es el centro absoluto de esta historia acerca de una personalidad al tiempo extraña y entrañable, la de una mujer con serios problemas emocionales, cuyo trabajo como camarera de hotel le permite realizar su única afición: esconderse bajo las camas de los huéspedes. Hablaríamos de un Haneke con menos peso sensorial, aunque nos llevaríamos a engaño, pues el relato no llega a explotar su vertiente más escabrosa, que sólo es sugerida cuando Lynn entabla contacto con una dominatrix, que parece la única persona con la que logra alguna conexión emocional. Curiosamente, me da la impresión de que el film se queda algo corto, apresurado en su tramo final, y sin la posibilidad de ofrecer una visión más amplia de una personalidad que se nos muestra compleja, pero a la que le hubiese faltado algo más de arrojo dialéctico.
Curiosa para dscubrir.
Saludos.
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