En un principio, si te cuentan por encima de qué va LOVE LIES BLEEDING, surge un sesgo de desconfianza. Podría ser la pose de una joven cineasta a la que la crítica ha tratado demasiado bien, o también el homenaje rendido de una fan incapaz de ocultar sus obvias referencias. Lo que yo veo es un thriller que no lo parece, pero que se va convirtiendo con la seguridad de un guion muy bien escrito, que no teme abrazar lo hiperbólico, porque su anclaje pertenece al detalle intimista. Lou lleva un gimnasio en un pueblo perdido de Nuevo Mexico, y no puede evitar caer rendida ante Jackie, que acaba de llegar. Jackie se prepara para un concurso de culturismo en Las Vegas, pero hay un problema: ha aceptado trabajar en el campo de tiro del padre de Lou, sin saber que se trata de un traficante de armas altamente peligroso, y que a partir de ahí su idílica historia de amor está destinada al desastre. El triángulo formado por Kristen Stewart, Ed Harris y la desconocida Katy O'Brian, dota de personalidad y empaque a uno de los títulos importantes del año, un magnífico ejemplo de cómo mezclar y agitar varios géneros para conseguir una visión personal y novedosa. Un "thriller romántico y fatalista", con una banda sonora del gran Clint Mansell, que se funde con una gozosa selección de anti-clásicos ochenteros.
Hay que seguir a Rose Glass.
Saludos.
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