BOWLING FOR COLUMBINE es la película trampa por excelencia. Primero porque se trata de un supuesto documental, por lo que nos olvidamos de menudencias como calidad, imaginación visual o montaje y nos quedamos conla esencia del asunto: lo que cuenta. Y lo que cuenta es, parece ser, una especie de secreto arcano que sólo se conoce en altas esferas diplomáticas. Aquí encadenamos con la segunda trampa: su director/intérprete principal/ideólogo/director de orquesta, Michael Moore, es un charlatán que no se toma en serio ni a sí mismo, pero que se pone muy serio cuando es capaz de llegar ante algún "responsable" de algo y la cámara enfoca y registra, por lo que Moore añade un nuevo asterisco a su florido currículum: el de interrogador (no confundir con entrevistador).
Otra trampa: el "cine" de Michael Moore no admite medias tintas; o estás con él o eres un patán retrógrado que desea la exterminación de varias etnias, lo que en mi opinión deja bastante limitaditas las opciones de ejercitar una libertad de expresión que se supone es la bandera de este documentalista, el único capaz de pasearse por alfombras rojas varias, firmar autógrafos, recoger premios reservados a la ficción o colocarse frente a los periodistas en las ruedas de prensa. Y, bueno, BOWLING FOR COLUMBINE es la máxima expresión de las obsesiones de Moore; aprovechando que el Pisuerga nunca pasó por Arizona, logró que viéramos con malos ojos a un gran actor en avanzado estado de senilidad, que atendamos a las "lúcidas" palabras de un payaso como Marilyn Manson o que nos creamos que en Canadá la gente vive en el paraíso, cosa de la que creo que Denys Arcand discrepa ligeramente. Y todo ello con estructura del No·Do, a base de repetir lo obvio por si a alguien se le había escapado que la tenencia indiscriminada de armas es un poco peligrosa.
... Apología de las armas, los republicanos son malos, viva Canadá, saco a Mr. Manson porque no podría editar a Bob Dylan (caso de que me dejara filmarle), de paso aprovecho para salir yo también con mi gorra y un rifle que me han regalado los de la asociación de marras... Se mete en la turmix y a ganar premios con algo que no pasaría de una crónica de sucesos; porque lo del instituto Columbine ha seguido pasando incluso en sitios tan idílicos como Finlandia, y no sé si Moore también tiene una explicación para eso. Además, Gus van Sant lo filmó infinitamente mejor y sin caer en ninguna demagogia, simplemente haciendo cine, que es algo que a Moore le está vedado desde aquella desconocida y lejana aberración que era CANADIAN BACON.
Un saludo en el punto de mira.
2 comentarios:
El Sr. Moore no me cae muy bien, se cree el rey del mambo y es un egocentrista de cojones, pero Bowling... tiene grandes momentos como la visita a Heston, brutal.
Yo estoy contigo. Aunque creo que son necesarias moscas cojoneras como Moore, estoy harto de los telediarios, series y películas adoctrinadoras. Como conoces mis tendencias políticas, me cansa que me llamen fascista sólo porque veo las cosas de otra manera a la de algunos inyectadores de pensamiento. Algo parecido me pasa con Ken Loach, que no desaprovecha ocasión de repetirnos consignas metidas como chorizos en el guión... y aunque me gustaron mucho algunas, me revuelve las tripas su drama irlandés de la cebada.
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