martes, 1 de septiembre de 2009

Del tejado al suelo

Si hay un aspecto que debo destacar y que me gusta especialmente de los films de Roman Polanski, esto es cómo es capaz de hacer suyo por completo ese resbaladizo coladero llamado "cine de género"; pisar por donde han ido los grandes, sin desentonar y hastaaportando algún destello genial, como en CHINATOWN. Sin embargo, hoy me he acordado de una película que ya cumplió los veinte años y que recuerdo con gratitud, la del admirador de Hitchcock que, más allá de innecesarios y repetitivos homenajes, pudo ver una obra a la altura del sentido del suspense del maestro, con sus genuinos toques de humor negro, y que además está magníficamente resuelta en todos los sentidos.
Lo primero, creo yo, sería señalar que fue FRANTIC el último título verdaderamente reseñable en la extraña carrera de Harrison Ford, capaz (igual que DeNiro; igual que Pacino; igual que Walken; igual que Connery; igual que Keitel... No se crean) de erigirse como el actor más popular de su generación y luego esfumarse en papeles alimenticios sin trascendencia alguna, síntoma éste demasiado frecuente en el star-system hollywoodense.
En esta "frenética" cinta, Ford borda su extrañado papel (claro alter-ego del Cary Grant de NORTH BY NORTHWEST y hasta del Paul Newman de TORN CURTAIN) del típico superdoctor cosmopolita y conferenciante que en un París impecablemente filmado por Polanski descubre, en una secuencia memorable y nada menos que al salir de la ducha, que su mujer ha desaparecido de la habitación del hotel donde se encuentran, por extensión del hotel mismo y, en plena pérdida de estribos, de cualquier sitio. La búsqueda de Ford, después de recibir un misterioso número de teléfono apuntado en una caja de cerillas, será ya el núcleo de todo el film, con algunas secuencias más que merecen ser mencionadas, como la del hilarante a la par que sensual baile de la maravillosa Emmanuelle Seigner con los acordes del Libertango del maestro Piazzolla y cantado nada menos que por Grace Jones, o la que ilustra esta humilde reseña y que constituye uno de los pocos desnudos frontales de Ford, amén de (estoy seguro) una saludable alegría visual para mis recatados lectores y/o lectoras...
En fin, que nunca está de más rescatarla de baúl de los recuerdos, sobre todo si se busca entretenimiento de calidad... Y de ANTICHRIST ya hablaré otro día... No digo más...
Saludos frrrrrrenéticos...

1 comentario:

Marcela Marcolini dijo...

Comparto tu comentario acerca de Polanski y el cine de género. Polanski impone su sello por sobre el género, deja la marca de autor haciendo uso de todos los elementos del género, si tomamos la definición de Truffaut acerca del "suspense" en El cine según Hitchcock, dice que: "...el suspense es la presentación más intensa posible de una situación dramática.." pensemos en este Dr.burgués que no habla francés,no conoce nada ni a nadie en París que todos sus contactos y hasta el idioma se los manejaba sus asistente y esposa, que ha desaparecido. Un claro ejemplo de suspense y al inicio del film, no tenemos más que esperar que cada paso que dé este hombre, esté cargado de tensión. Polanski despoja a su personaje principal de todo elemento que le dé seguridad. Una maravilla polanskiana.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!