Sí, mon amis, he visto la segunda (y por lo visto definitiva) temporada de THE SANDMAN, tan sólo por constatar un par de cosas. Primero, siempre en contra de la cancelación; si alguien tiene algo que objetarme, que lea algo sobre un tal Jafar Panahi. Segundo, Netflix es incapaz de incumplir el contrato que tenía ya firmado y estrena la temporada, no fuese a llevársela otra plataforma, porque al fin y al cabo Netflix (como el resto de plataformas) no es más que un ente corporativo que te quiere hacer creer que es una especie de productora, pero no lo es. Después, como un niño que no sabe si lo han pillado robando un dulce, dan cero promoción a una de las series que deberían ser santo y seña, pero ya sabemos que el catálogo de Netflix parece un bol familiar de palomitas, y de las malas. Más, esta T2 es una chapuza muy bien hecha. Me explico y acabo: como tienes que oscurecer a Neil Gaiman, pero eres tan torpe que ni sabes hacerlo, dispersas los episodios sin ton ni son, abandonas el descomunal primer episodio (véase imagen) sin razón aparente, das protagonismo a personajes que no le interesan a nadie, y cuando no te lo habían pedido (es un spoilerazo, pero me la suda), te cargas a Morfeo de la manera más gilipollesca que se te puede ocurrir, sacándote de la manga una especie de reencarnación que no va a ninguna parte, y rematándolo todo con un último episodio que no pinta nada en el cuerpo de la serie. En serio, esto podría haber sido muy grande, un acontecimiento, pero vivimos en un mundo dominado por mongólicos a los que John Ford les daría una colleja pero bien gorda.
Mi recomendación es que vean el primer capítulo y se olviden del resto.
Saludos.

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