jueves, 13 de noviembre de 2025

Dejar pasar


 

Volviendo a Sitges, se ha valorado poco un film tan estimable como THE SURRENDER, la ópera prima de la directora Julia Max, que muestra una madurez insospechada al sortear con convicción y honestidad todas las zancadillas y lugares comunes, que son muchos, surgidos de un relato que no va de original, pero termina siéndolo. Por un lado, tenemos el motivo principal, la enfermedad que mantiene a un hombre totalmente dependiente de los cuidados de su devota esposa. Por otro lado, la hija de ambos llega ante la gravedad de su padre, topándose con el exceso de celo de su madre, que confía más en métodos "alternativos" que en la medicina, y cuya actitud hace que toda la realidad salte por los aires tras el fallecimiento de su marido, que simple y llanamente se niega a aceptar. Muchas cosas a valorar, sobre todo el magnífico trabajo de sus dos actrices principales, Colby Minifie y Kate Burton, que aguantan cada secuencia con una dirección admirable, muy alejada de los tópicos del cine de género reciente, que suele estar más atento a unos golpes de efecto también minimizados, resueltos en una parte final que me resisto a desvelar lo más mínimo, pero que pueden intuir por el fotograma de arriba. E insisto, una de esas sorpresas insospechadas que Sitges no pondera en su justa medida, pero que debería adoptar como emblema de ese cine valiente, capaz de reunir las virtudes de épocas que nos hacen ver como irreconciliables.
Atentos a sus últimos quince minutos, oro puro.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!