lunes, 24 de noviembre de 2025

No tienes derecho a ser feliz


 

También en 1966, Robert Redford protagonizó el primer papel bajo las órdenes de Sidney Pollack, en lo que se convertiría en una fructífera relación profesional y de amistad. Partiendo de una obra de Tennessee Williams, y con un guion en el que participaba un joven Francis Ford Coppola, THIS PROPERTY IS CONDEMNED nadaba entre el clasicismo de su puesta en escena y algunas decisiones osadas, de las que por entonces moldearon el "New Hollywood". Con una estructura que me parece curiosa, la historia nos lleva hasta Dodson (Mississippi), un decadente pueblo ferroviario, en mitad de la Gran Depresión, hasta el que llega Owen Legate, un cargo de la compañía, con la ingrata tarea de comunicar un drástico recorte de plantilla. Allí se hospeda en la casa de una despreocupada mujer, tras conocer a su hija pequeña, y despertando el súbito interés de la mayor, Alva (Natalie Wood), que sueña con dejar atrás su vida de miseria y desesperanza. Dicha estructura va un poco contracorriente, incrustándonos repentinamente en el pegajoso ambiente de la casa de huéspedes, transfigurada prácticamente en un prostíbulo, donde el odio provocado por la figura del funcionario contrasta con suponer la única oportunidad de Alva, a la que su madre utiliza sin escrúpulos. Todo ello desemboca en un final que parece plácido, pero en el que la tragedia asoma cruelmente. No es de los trabajos mayores de Pollack, pero sí un ejemplo de cómo el drama sureño ya suponía una punta de lanza por entonces y uno de los subgéneros más apreciados. 
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!