domingo, 27 de mayo de 2012

Rincón del freak #68: Ver para creer... y ni así



El caso de William Girdler es para analizarlo con calma. Antes de morir con sólo 30 años, dejó una lista de títulos tan sugerentes como ASYLUM OF SATAN, SHEBA BABY, GRIZZLY o DAY OF THE ANIMALS; todos ellos pasando por el exploitation más desaforado y las series B más descaradas; siempre con presupuestos casi inexistentes pero con una rara habilidad para rodearse de nombres importantes en horas más o menos bajas. Su última película posiblemente fue la mas delirante e inclasificable, tan bizarra que creo que ni al aficionado más freakle pueda resultar en cierto modo familiar. Y es que THE MANITOU es una sucesión de géneros, técnicas de efectos, maquillaje y sonido sin solución de continuidad que versa sobre una señora que va a un hospital con un bulto en la nuca que cada vez es más grande, hasta que los médicos le dicen que aquello no es un quiste sino un feto... ¿? Mientras la ciencia moderna le busca una explicación (y Fotogramas también), sale Tony Curtis, que por aquel entonces no se comía un colín pero tenía que pagar el alquiler. El mítico actor interpreta a una especie de vidente escéptico (sea lo que sea eso) que vive de estafar a viejecitas, pero que luego resulta que es follamigo de la del bulto, así que la acompaña al hospital tras una noche de disfrute. Como la cosa va a peor, deciden llamar a un hechicero indio a ver qué pasa; éste hace un ritual muy raro y les dice a los compungidos presentes que el feto es en realidad Miquasmaqus (sí, se llama así), un ente diabólico de 400 años de antigüedad (que, francamente, no me parecen tantos para un ente diabólico), pero que cuando desnuca a la infortunada no es más que un actor enano con una careta y una lentilla, lo que provoca aún más estupor e hilaridad. Para rematar, Girdler se marca unos minutos finales en el espacio interestalar, donde el enano y Tony Curtis se dan de guantazos por la supremacía de... no sé, no importa... En fin, que no la vean si tienen ardor de estómago y esas cosas...
Saludos quincuadimensionales.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!