miércoles, 16 de mayo de 2012

Freno o acelerador (la ambición bien entendida)



Empecemos por decir que THE TOWN es una buena película, pero también (y no sé si esto es necesariamente bueno o contraproducente) una película de muchos apellidos; adjetivos, añadidos o etiquetas. Puede ser frenética, pero en un momento dado se vuelve calmosa y reflexiva; la vemos exultantemente coral, pero molesta un poco que Ben Affleck le robe tiempo en pantalla al resto de actores (especialmente a Jeremy Renner... lo suyo es de ¡wow!); su catarsis perfectamente escenificada hace que no nos preocupemos demasiado de si lo que se nos está contando es la madre del pollo o una chorrez más, pero no es menos cierto que Affleck mima hasta el último detalle de la novela original y no desecha su intrincado mercado de valores dramáticos. Y así podríamos seguir hablando acerca de esta estupenda revisión de "el buen ladrón" que no se contenta con quedar sólidamente fijada en la retina, sino que intenta desesperadamente no hacer sentir demasiado estúpidos a sus espectadores potenciales, que puede que no tengan mucho que ver con los espectadores que salieron aturdidos de ver THE GODFATHER o, un poco más tarde, GOODFELLAS; ni siquiera la post-estilización del género según Tarantino. Si tenemos un poco de fe, podemos llegar a pensar que THE TOWN se atribuye la responsabilidad de "aleccionar" a una nueva generación acerca de lo que significa el juego moral (en mayúsculas), las cicatrices y golpes de la vida en esos antihéroes desolados y un poco ojerosos; ahí es donde Affleck puntúa alto y entrega una película mucho más oscura que su propia vocación trágica, y es en el contrapunto de Renner (escaso, ya digo) donde las licencias vuelven a estar a ras de suelo y, por tanto, emocionar. No es el estrafalario e impensable romance, ni la complicada idoneidad de cada golpe, sino la asunción de cada personaje de su propia naturaleza; nada más trágico que la imposibilidad de escapar al destino, ni siquiera cuando se ha lanzado todo el botín por la borda para ralentizar lo más posible el hundimiento. Muy buena película en todo caso; ni demasiado intelectualizada ni demasiado garrula, sólo una película "de hombres" al viejo estilo, es decir: camaradería y traición por doquier. Si no pudieron verla, ahora es buen momento.
Saludos ciudadanos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Estoy completamente de acuerdo y no se me ocurre nada que añadir (al menos nada más lúcido) a este post para una película recomendabilísima con la que Affleck realiza un díptico (junto a la sobresaliente Adiós pequeña, adiós) moral-grahamgreeniano ejemplar. No me queda más remedio que proclamar a Ben Affleck como uno de mis nuevos directores favoritos. A ver qué hace en "Argo".

dvd dijo...

Yo creo que Renner podía haber salido más; de hecho creo que podía haber sido el protagonista sin problema... Lo del ligoteo con la chavala, por muy Ben Affleck que sea, no me lo termino de tragar... Algo malo ha de tener ¿no?...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!