sábado, 26 de mayo de 2012

Lechugas



En este blog he derramado, cada vez que ha sido necesario, mi incondicional pasión por un director con un oficio y talento (sí, puede ser) enormes y que aún no ha sido reconocido como merece, puede que por su escaso gusto por los focos y puede que por su rabioso sentido de la independencia incluso dentro del sistema mercantil. Me refiero, cómo no, a Neil Jordan; y como he hablado de él de muchas maneras (casi todas buenas), hoy me gustaría señalar un trabajo suyo dolientemente fallido, una de esas "lechugas" que se cuelan entre coles. Se trata de IN DREAMS, un film de 1999 que esta vez creo que sí podemos considerar que pasó justamente desapercibido. Y eso que, reafirmando una regla no escrita, "tenía todas las papeletas para haber sido una gran película"; empezando por los medios que Jordan tuvo a su disposición, ya que el film fue producido nada menos que por Dreamworks y Amblin (o Spielberg & Lucas, que no es un dúo de música ligera), supongo que esperando una especie de "peli de misterio para toda la familia", y encontrándose con las tortuosos tramas psicológicas habituales en la filmografía del irlandés; aparte, tenía un reparto de lo más jugoso, al que Jordan (grandísimo director de actores) no supo sacar partido. Annette Benning no se encuentra a sí misma (y no es una ironía), Aidan Quinn prácticamente hace de figurante, Stephen Rea estaba loco por acabar de rodar y Robert Downey Jr. es capaz de hacernos creer que puede ser un actor de mierda si se lo propone. IN DREAMS empieza como una extraña conjunción de misterio y turbadores recuerdos ocultos, pero en mitad del proceso de explicación cualquier lógica narrativa se pierde y el final confirma el porqué de que nos estuviésemos durmiendo sin remedio... en sueños. Sí, es mala; y si tuviese que salvar algo, salvaría el meticuloso y oscurantista trabajo de fotografía de Darius Khondji... y muy poco más, la verdad.
Saludos soñolientos.

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No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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