miércoles, 22 de septiembre de 2010
Los tontos, los engañados y la dignidad de los olvidados
Hace ya algunos años, un tal Luis García Berlanga reventaba los canijos conceptos sobre materia de arte cinematográfico y compromiso ideológico con un punzante ensayo acerca de cómo se desenmascara y se pone en evidencia a todo un régimen represivo usando un inocuo encargo de corte folclórico, destinado en un principio a todo lo contrario, esto es: ensalzarlo con mieles, parabienes y unturas varias. Es una fórmula que ha dado sus blanduras demagógicas las más de las veces y otras, las menos, obras magistrales sobre lo divino y, sobre todo, lo muy humano. No es que sea yo un entendido en cuanto a la situación fronteriza uruguayo-brasileña, pero hará unos tres años se presentó en festivales de medio mundo una curiosa película que ahondaba en todos estos temas y que obtuvo una más que aceptable acogida. La película en cuestión era EL BAÑO DEL PAPA, en la que se narraba la miseria de los habitantes de Melo, un pequeño pueblo donde se recibe la noticia de que Juan Pablo II iniciará su gira sudamericana en un sitio tan singular e improbable; los habitantes se afanan para preparar productos de todo tipo, augurando cantidades astronómicas de visitantes que han de ser no otra cosa que "el maná caído del cielo" que acabará con angustias y estrecheces. Beto es un hombre que lucha cada día haciendo largas distancias entre un país y otro en bicicleta, pasando productos de estraperlo y esquivando como puede a los policías corruptos, a los que ha de pagar en especias para que le dejen cruzar. El día en que Beto se queda sin bicicleta y sin recursos, la necesidad le hace concebir una brillante idea: construir una letrina junto a su casa para la esperada y multitudinaria visita. Así, este emocionante y muy bien dirigido film transita ágilmente por la comedia nada bufa y el drama de una situación que nada tiene de chistosa; todo hasta llegar a un desolador e inesperado final que supongo se podrán imaginar teniendo en cuenta el principio de esta reseña. Un film altamente recomendable que habla de muchas cosas y las denuncia casi todas, aunque en apariencia creamos estar ante "la comedia sudamericana del año". Nada más lejos de la realidad.
Saludos higiénicos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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