lunes, 13 de septiembre de 2010

Hambre atrasada #3



En el afán de idiotización al que se llega sobando descaradamente un personaje devenido icono, que es una forma suave de decir "Let's make money", la supuesta sofisticación, cuya conquista se antoja tan difícil de lograr en un entorno hostil como es Hollywood, da paso a las soluciones técnicas, de manual, al mismo tiempo que se hace más accesible una figura que extraía su potencia del retorcido vínculo con la maldad y la misantropía. Me hubiese tragado un "Hannibal ejecutivo" o un "Hannibal campesino", todo está en la capacidad del artista para manipular (como tan bien hacía Lecter) a la audiencia y llevarle a su terreno, el bendito engaño del séptimo arte.
Nada de esto hay en HANNIBAL RISING, que se supone tristemente inevitable desde que los yanquis han descubierto el filón comiquero de los "Origins"; una pseudofranquicia, o franquicia dentro de la franquicia, donde la broma ya va demasiado lejos como para que podamos conectar de alguna manera la soberbia y terrorífica economía de gestos de un gran actor, como es Hopkins, y el rollo folclórico-atormentado de la centroeuropa azotada por el nazismo, donde igual te encuentras un supervillano que come pollo que una chinita la mar de simpática; por no hablar de ese marco idílico que incluye castillos de decorado y campesinos que van de un lado para otro. Todo clavadito a esa nadería intrascendente que fue GIRL WITH A PEARL EARRING, lo que hace que nos olvidemos de tanta matraca sin que nuestra conciencia fílmica se vea sacudida en demasía.
Me preguntaban el otro día si iba a comentar MANHUNTER, de Michael Mann y rodada cinco años antes que la obra maestra de Demme, pero me va a ser imposible porque no la he visto, e irme al Filmaffinity a copiar y pegar pues como que no me lo planteo de momento. Así que aquí acaba este enjuto repaso al desastroso devenir de un personaje al que mejor le habría ido si no lo hubiesen sobado tanto.
Saludos en pepitoria.

3 comentarios:

Sensei Katorga dijo...

La figura de Hannibal es decadente pero no es culpa del personaje sino del mainstream que hay detrás de esa maquinaria perversa que es Hollywood. Se le hace daño a películas míticas con secuelas, precuelas y demás cuelas que se le pueden ocurrir a uno, es hora de que la ficción le exija a la realidad aquello de "quid pro quo, Clarice". Saludos y enhorabuena por este gran blog.

dvd dijo...

Pues gracias... Bien traído eso de que nos la cuelan con la secuela...

Luis Cifer dijo...

Pero el problema de vewnderse por dinero es principalmente culpa del autor de los libros, Tomas Harris, quien cobra unos buenos adelantos por escribir unas novelas que explotan al personaje hasta lo ridículo y tienen aseguradas unas adaptaciones al cine bastante decepcionantes pero que dan grandes beneficios.
Cualquier día Harris se descuelga con otra novela sobre Lecter anciano o en la universidad, tiempo al tiempo.
Todo por la pasta.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!