martes, 28 de septiembre de 2010

El reverso del sueño



Hoy, para variar, y sobre todo para dar un poco de lustre y prestigio a este cada vez más aburguesado blog, les hablaré de una película necesaria, que hay que ver, pero que ante todo debe ser hecha dados los inciertos tiempos que corren y la fina línea que separa la denuncia social de la demagogia más apestosa y oportunista. LE SILENCE DE LORNA, que llega a las pantallas dos años después de su realización, es la nueva vuelta de tuerca de los hermanos Dardenne sobre el estado de las cosas y el chapoteo silencioso de esos seres sin patria en mitad de un entorno que no es el suyo, en tránsito hacia una "recién adquirida normalidad" e intentando zafarse de un pasado que nunca se sabe si realmente era peor que lo que está por llegar. No encontraremos aquí los vergonzosos golpes de demagogia de cierto "cine social", incapaz de hablar realmente del asunto sobre el que se supone que van a hablarnos y rellenando los agujeros con los gestos manidos de unos actores que no pueden despegarse de "su actuación", lo que viene a ser "su circunstancia". LE SILENCE DE LORNA descoloca, incomoda, nos señala directamente sin que parezca que lo hace; ésta es la sórdida historia de una Albanesa que vende su nacionalidad belga en matrimonios de conveniencia, primero con un yonqui, de quien los intermediarios/proxenetas le explican que es el elegido por lo próximo de su muerte, y de quien Lorna irá entendiendo lo que significa el comercio humano, le deshumanización proveniente de este "todo vale" en pos de un puñado de billetes y unos documentos. El yonqui, efectivamente, muere, pero no estamos tan seguros de que no haya sido provocado, y Lorna es instada a volver a contraer matrimonio, esta vez con un mafioso ruso que pretende adquirir la nacionalidad belga para eludir a la justicia. El marco se amplia y las propuestas de los Dardenne también lo hacen. El tramo final de LE SILENCE DE LORNA es como un mal sueño filmado en tiempo real; agrupa, con un tesón y un pulso francamente encomiables, la caída emocional en picado de una mujer vapuleada por elementos que creía controlar; no sólo vemos e intuimos la tragedia, sino que se nos avisa de que todo esto existe al lado de nuestras vidas llenas de ocio, tranquilidad y, próximamente, incluso huelgas reivindicativas. Los Dardenne vuelven a hablar sobre las cloacas de la Europa del nuevo milenio justo cuando nadie parece darse cuenta de cuáles son las claves y dónde se encuentran. Sí, es una recomendación personal que les hago, pero les advierto de que tendrán que darse una ducha caliente para convencerse de que ese mundo que acaban de ver no es el suyo...
Saludos sin fronteras.

1 comentario:

Crowley dijo...

Pues la verdad es que me la han recomendado ya varias personas de las que me fio de su criterio y creo que va a ser hora de verla, que hasta hace un tiempo había pasado desapercibida para mí. Lo malo será encontrar tiempo para disfrutar de tu recomendación personal para verla.
Un saludo

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!