martes, 25 de marzo de 2025

Un policíaco kafkiano


 

Me pregunto qué habría sido de REBEL RIDGE de haber tenido media horita menos. Lo primero, que seguramente no habría ido directamente a un catálogo (Netflix), en el que se ha diluido entre thrillers mediocres y acción vacua, que es lo imperante por aquellos lares. El nuevo film de Jeremy Saulnier llega indemne hasta la hora y cuarto, más o menos, con un arranque magnífico, que presenta personajes sin esfuerzo, plantea un preámbulo magnético y comienza a atar y desatar cabos con insultante facilidad, la de un director y guionista que te lleva a lugares sórdidos, pero con los pies muy bien asentados en el suelo. Magnífico está Aaron Pierre como ese fascinante combatiente total, que sin embargo siempre intenta ir por el lado civilizado, aunque no se lo ponen fácil desde ese inicio sin solución de continuidad, en el que unos agentes le confiscan el dinero con el que va a pagar la fianza de su primo, lo que inicia una carrera contra el tiempo, pero sobre todo contra una burocracia cuyos absurdos métodos no hacen más que encubrir a un cuerpo policial corrupto como ni es capaz de imaginar. No son problema ni lo arquetípico de la mayoría de personajes, ni exponer con tanta claridad las claves de la trama; lo es el hecho de llegar a un punto en el que el ritmo se resiente, curiosamente por no abandonarse a la locura (como sí ocurría en BLUE RUIN o GREEN ROOM), como si Saulnier se disculpara por los cristales rotos y se viese obligado a sobreexplicar lo que, ya digo, es cristalino. El film tiene momentos brillantes y de gran tensión acumulada, pero se queda como un trabajo correcto, paradigma de un cierto tipo de "acción realista" que cala desde hace algunos años. Merece la pena, pero este director es capaz de bastante más.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!