lunes, 17 de marzo de 2025

Mi amigo el fantasma


 

Hay una "presencia" invisible que me susurra cosas al oído, como que va siendo hora de despejar los lunes de títulos vistos en Sitges, porque a este ritmo encadenamos con el de este año. Y qué mejor que aparcar nuestro querido certamen con la película que lo inauguró. Aunque fuera de concurso, el eco de PRESENCE no fue pequeño. El último film del prolífico Steven Soderbergh entra, casi de hurtadillas, en esas historias que, sin aparente esfuerzo, uno sabe que contienen un poso de calidad indiscutible, por encima de la media. El guion de David Koepp acierta en lo más controvertido: situar el punto de vista de una anodina historia familiar en el fantasma que habita la casa a la que se acaban de mudar. Si caer en el spoiler, diré que no estamos ante una cinta estrictamente de terror, sino ante un tímido ejercicio de estilo, con Soderbergh desperezándose en sucintos planos secuencia supeditados a un espacio único, deshilvanando el misterio propuesto desde un inicio poco prometedor. Personalmente, la veo menos audaz que A GHOST STORY, pero sirve para reivindicar, gracias a su calidad técnica, a joyas olvidadas e imperfectas como I AM A GHOST. Las actuaciones son correctas, la duración (alabado sea dios) no llega a la hora y media, tiene una fotografía nada engreída a cargo del propio director, por lo que se recomienda como escapismo de tamaño asequible. Buena, sin creerse mejor de lo que es.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!