viernes, 1 de noviembre de 2019

El porqué de la búsqueda



Seré breve. Si han visto la primera temporada de MINDHUNTER, no se pierdan la segunda. Si no la vieron, están tardando en verla... y después correr a ver la segunda. El artefacto creado por por David Fincher y Joe Penhall se vuelve aún más esquivo, críptico y espeluznante, y, al igual que en la primera, esta segunda temporada vuelve a prescindir de la acción y/o truculencias. Lo bueno es la investigación, la lógica de los acontecimientos y cómo este submundo, oscuro y opresivo, de los asesinos en serie va afectando a los agentes del FBI Ford y Tench, especialmente a este último, que ve a su familia derrumbarse poco a poco, sin que pueda hacer nada. Menos enfocada a las espectaculares entrevistas de la T1, casi la totalidad de sus nueve episodios se centran en la oleada de crímenes que sufre la ciudad de Atlanta, y que al ser todos niños nefros levantan la sospecha sobre algún grupo supremacista. Sin embargo, la realidad termina siendo mucho menos evidente y más aterradora. Los actores, el guion, el ritmo, la música, todo encaja perfectamente para facturar una continuación igual de elegante y elocuente. Una serie en la que, por ejemplo, hay un momento cumbre (antológico, en mi opinión): nada menos que una entrevista con Charles Manson...
No se la pierdan.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!