lunes, 11 de noviembre de 2019

Blanco nuclear



De remedos hasta las narices. HAN JIA (VACACIONES DE INVIERNO) no es una buena película, precisamente porque intenta serlo desesperadamente, y para ello se instala en un lugar imposible, situado entre el hieratismo de Kaurismaki, el tiempo retorcido de Bresson y la comicidad agria de Andersson. Nada de eso, porque la ópera prima de Li Hongqi (sigue siendo su único trabajo desde 2010) no es más que una colección de tiempos muertos, diálogos vacíos y caras inexpresivas; como una película de autor, sí, pero mal. No se cuenta nada, excepto el ir y venir de un puñado de personajes que parecen aburridos de su propia existencia, sin hacer nada para cambiarla excepto lanzarse invectivas que quizá sólo ellos conocen. Desconozco si hay algo sumamente importante que me he perdido, pero no creo que vuelva a intentar la experiencia, me temo que vale la pena...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!