jueves, 28 de noviembre de 2019

Cuerpos o mentes



No es fácil acercarse a un film como TOUCH ME NOT, un extraño artefacto que ha recorrido numerosos festivales, culminando con el Oso de Oro el año pasado en Berlín. A mitad de camino de la videoinstalación, el documental o la no ficción, en palabras de su autora, la joven directora rumana Adina Pintilie, se trata de una aproximación a lo que normalmente mantenemos oculto, la exteriorización de nuestras intimidades menos obvias. El hilo conductor es la actriz Laura Benson, que presenta un problema psicológico que le hace sentir rechazo hacia el contacto físico con otras personas. Por un lado, mantiene encuentros con profesionales del sexo, y por otro asiste a una especie de sesiones en las que se interactúa con personas discapacitadas, a fin de mostrar que la "anormalidad" siempre está en el ojo de quien mira. Ahora bien, de ahí a encontrar una cierta rotundidad narrativa media un abismo. La directora confía demasiado en la percepción del espectador, que probablemente se sienta abrumado por un torrente de imágenes de las que desconocemos su verdadera naturaleza, de ahí la sensación de que se nos está contando algo muy importante, aunque no sepamos exactamente el qué. Cosas parecidas se han visto muchas veces en cine, y se me ocurren ejemplos como PERSONA o REPULSIÓN, aunque insisto en que el desconcierto está sobre todo en la indefinición de una propuesta arriesgada y sincera, pero que cae en la repetición y la indeterminación, incluso rozando una peligrosa pedantería.
Sólo para cinéfilos muy atrevidos y desprejuiciados.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!