jueves, 18 de febrero de 2010

Volando libre

Cuando se estrenó EL VIAJE DE CHIHIRO, sólo los verdaderos fanáticos conocían la existencia de los anteriores largos de Hayao Miyazaki, de los que me estoy dando cuenta que ya nos quedan muy pocos por comentar aquí. EL CASTILLO EN EL CIELO está considerado como el segundo, aunque la trayectoria como animador de Miyazaki se remonta a veinte años antes, y en él podemos encontrar perfectamente reflejadas las constantes básicas que han dotado de entidad la obra de este genio del cine.
Los castillos, la aviación, la ecología, el exterminio de la sinrazón, la simbología espiritual, los niños como verdaderos protagonistas o las máquinas benefactoras aunque letales; todo esto y mucho más sostiene la incesante búsqueda del mítico castillo de Laputa, deliberadamente extraído de "Los viajes de Gulliver", un lugar mítico fuera de las ambiciones y absurdos del hombre terrenal, que éste se empeña en encontrar, precisamente, para saciar su sed de conquista.
Mientras tanto, EL CASTILLO EN EL CIELO, pese a algún que otro traspiés por falta de ritmo, despliega (una vez más) maravillosos paisajes aéreos y espectaculares máquinas voladoras. Hay piratas de buen corazón (la anciana jefa de éstos serviría a Miyazaki, años después, para diseñar a la bruja de CHIHIRO), militares sin escrúpulos pero "oficiales", civilizaciones perdidas para siempre, la inefable pareja de críos y, sobre todo, unos impresionantes robots que sólo podemos ver al final y que logran los momentos más emocionantes del film, paseando sus enormes corpachones por los jardines muertos de la isla flotante y repitiendo eternamente las acciones para las que fueron programados.
Probablemente no sea el trabajo más inspirado de su autor y pueda suponer un extraño déjà vu a la inversa por culpa del tardío descubrimiento de su extensa obra, pero es (no puede ser de otra manera) un disfrute para todas las edades y condiciones cinéfilas.
Saludos en el cielo.

2 comentarios:

Alex dijo...

Resulta imposible no reconocer el genio de Miyazaki. Basta con ver alguno de sus pasteles visuales para saciar tu hambre. "El Castillo en el Cielo" bien podría ser su obra más incomprendida. Al menos, la que no fue valorada en la medida que merecía. Ya sé que "La Princesa Mononoke", "Porco Rosso" y "El Viajo de Chihiro" pesan mucho, pero es que ese castillo prendido en las nubes me puede...

Gloria dijo...

Respecto a la abuela pirata... Me he fijado que las abuelas picaronas, cuando no decididamente gamberras, siempre aparecen, con mayor o menor importancia, en sus películas.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!