De nuevo una adaptación de Cormac McCarthy, que ha pasado de misántropo "fronterizo", casi borderline, a Pulitzer e inspirador involuntario de nuestros (nuevos) bajos instintos.
THE ROAD, a priori, tiene todas las papeletas para gustar, para avasallar al espectador, para unir a la crítica y para insuflar, muy paradójicamente, nuevas esperanzas al cine norteamericano ¿Qué ocurre entonces para que alguien (yo) se libere de prejuicios, se predisponga a disfrutar cuantos hallazgos sea capaz de ofrecer el film de John Hillcoat, y acabe deseando que todos y cada uno de los personajes, insufribles personajes de esta demencial oda a la total ausencia de sentido del humor se vayan a tomar viento de una vez? Porque si THE ROAD es una historia sobre la supervivencia, lo único que vemos es a dos homeless empujando un carrito por un páramo. Si THE ROAD es una historia sobre la desesperación, me uno a la causa. Y si, por el contrario, THE ROAD no es más que la última vuelta de tuerca al género inaugurado con MAD MAX, entonces no entiendo nada, porque hay pocas cosas en este inaudito film, pero lo que más se echa en falta es un cierto ritmo narrativo. Sí, ya sé que la Tierra está devastada y no hay nada de comer, y que se flirtea (ojo, se flirtea) con la cosa del canibalismo, pero ocurre con esta adaptación lo mismito que en la de los Coen (y recalco que no lo achaco tanto a la dirección como a la historia en sí); McCarthy plantea unas situaciones tan al límite que: 1) Sus personajes se asoman al peor de los ridículos, que es el ridículo sin humor. Y 2) Constantemente, uno ve la posibilidad del fallo de principiante, del raccord injustificado, del mal desenlace por exceso de dificultad en el planteamiento. Aquí, ya digo que la historia no es nada que no hayamos visto ya, pero planteo un par de cuestiones para quien la haya visto: Si no hay nada de comer... ¿qué diablos comen para poder andar un montón de kilómetros sin desfallecer? Y ¿para qué coño contratas a Robert Duvall y a Guy Pearce (lo de este chico es preocupante)?... ¿para que salgan diez minutos entre los dos?...
Bueno, y ahora viene mi recomendación: véanla aunque sólo sea por la fotografía de Aguirresarobe, de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Y si les gusta la pintura de Turner, sabrán de qué les hablo.
Saludos en vereda.
5 comentarios:
Pues yo me uno a usted, qué caramba!
para mi es una película normalita, bien interpretada por Mortensen y con una fotografía que se come al trabajo del director.
Un saludo
Un comentario muy sarcástico, sí señor... pero la verdad es que se lo come...
Si es que en el fondo no tiene nada terriblemente malo pero desperdicia lo que podria haber sido en una trama aburridota y unos personajes muy mejorables (y no hablo de interpretación).
Saludos!
Esto de tener que ver las pelis "por la fotografía"... jojojo :-)
No sé si la veré. Supongo que sí, que tengo cuatro movientradas gratissss.
Creo que quiénes fuimos al cine,esperabamos mucho más de este estreno, coincido con todos en la buena fotografía y en la buena actuación de Mortensen y el niño, pero al igual de "No es país para viejos"(destacadisima interpretación de bardem)sales con un sabor agridulce,ambas sostenidas por buenas interpretaciones y un final que me deja bastante frio.
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