sábado, 17 de octubre de 2009

Rabia en dosis

Lo reconozco: también yo caí víctima del influjo "triple G". Aquello que se llamó así por G. Iñárritu, G. Arriaga y G. Santaolalla; aquel triunvirato que rescató al perdidísimo cine mexicano, un cine acomodado al estilo Bollywood, con naderías románticas junto a la playa o grandes tragedias de las de ponerse el dorso de la mano en la frente. El caso es que no me parece a mí que Iñárritu tenga mucho que ver con Guillermo del Toro y mucho menos aún con Alfonso Cuarón, el más interesante de los tres. La cosa es que, nos guste o no, el rompedor debut de G. Iñárritu sigue marcando, a casi una década de su estreno, ese cierto estilo que bebe más del underground yanqui que del cine europeo. AMORES PERROS tiene tantas licencias como hallazgos; de su corteza visual se desprenden algunos momentos de una extraña fuerza narrativa pocas veces vista. Olvídense del "momento Tarantino", con el coche lleno de sangre y los enlaces caprichoso-temporales; tampoco trasciende el "modelo Cronenberg", con la chica paralítica y el perro devorado por las ratas en la tubería; como no cala la absurda justificación de "el chivo", un personaje tan fascinante como improbable. Nada de eso es lo que eleva a AMORES PERROS al estatus, buscado, deseado, de gran película; eso queda reservado para un par de escenas que se encuentran entre lo mejor que uno ha visto en mucho tiempo: el perro ensangrentado que muere en los brazos del dueño y el que debe ser sacrificado por "el chivo", una vez que éste ha descubierto con estupor que ha matado al resto de perros. Los perros. Son los perros los que dimensionan este violento relato de pasiones encontradas, los que irónicamente humanizan a esos personajes tan lejanos de la misma humanidad, unos outsiders que llevan el destino marcado, como perros.
Saludos ladrados.

4 comentarios:

Crowley dijo...

Ladridos recibidos.
Una gran película. Me dejó de piedrra cuando la vi por primera vez.
Saludos

José Angel dijo...

Pues a mí me decepcionó esta y las demás pelis de este tipo. Si quitamos a Buñuel, no veo cine mexicano de calidad por ningún lado.
Saludos.

Dr. Quatermass dijo...

Con lo que me gustó esta película y lo jilipollas que es la historia del perro perdido bajo el parquet

Capri c'est fini dijo...

Yo también caí y sigo cayendo... Amores perros dejó como legado que se puede hacer películas grandes fuera de Estados Unidos... Impresionante su banda sonora, otro gran acierto.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!