Lo que es mediano en Mike Leigh es muy alto en otros cineastas. Lejos de dictar sentencia, me parece acertado observar el escalpelo del director británico ya en sus trabajos más tempranos y menos conocidos, como demuestra MEANTIME, un pequeño encargo para el Channel4 que Leigh transmuta en un lacerante y crítico diorama, que sin alzar la voz suena como un puñetazo donde más duele. Más allá de la anécdota de que se trata de uno de los primeros trabajos de Tim Roth o Gary Oldman antes de saltar a Hollywood, estamos ante un film que no te suelta, a base de planos cerrados, frases hirientes y miradas hundidas, en torno a una familia de clase baja que subsiste en un cuchitril del extrarradio. Personajes de trazo limpio para una historia de ritmo sombrío y desesperanzado. Colin tiene un problema mental, y quizá le gustaría ser como su hermano, que siempre suelta alguna sentencia, o como Coxy, que se las da de duro con sus Dr. Martens; así le podría gustar a Hayley, que nunca levanta la mirada, o complacer a sus padres, aunque sabe que les importa una mierda. A través del desvalido semblante de Colin podemos ver todo un inframundo de subsidios sociales, precariedad y desconfianza, aunque Leigh no afloja, y muestra un reverso tampoco tan luminoso, con la tía "felizmente casada", que en realidad oculta una vida de apariencias que nada tienen que ver con ser feliz. Y es que "ser feliz" parece imposible en un entorno gris, frío, hostil. Y esa happy England de la que te hablan las comedias románticas y amables, se diluye en cuanto la cámara se planta a ras de suelo y Andrew Dickson aporrea el piano, porque todo aquí parece notas sueltas...
Demoledora.
Saludos.
1 comentario:
Again, great post! Now you have to watch Kes by Ken Loach - and whilst on the theme of the social welfare system in Britain, another must-see is Cathy Come Home, again by Loach. Thanks for your continuing thoughts on such films. Hugs.
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