Lon Chaney Jr. no daba para profesor con inquietudes intelectuales, pero sí como un aventurero antropólogo, que de repente aparecía en mitad de una danza ritual en la selva de... bueno, ya me entienden. Reginald Le Borg fue un aplicado artesano de series B que nació en Austria, de ahí que 1944 fuese un año aplastantemente productivo, con nada menos que seis películas rodadas, por eso de la mala conciencia. Así las cosas, sólo hacía falta una fémina con una belleza mestiza para poner en marcha WEIRD WOMAN, donde el profesor se trae a la muchacha a un campus donde las envidias y putiferios varios dejan en pañales a la tribu de la señorita, y al vudú en una partida de brisca. Eso porque aún no había explotado el fenómeno Acquanetta (la actriz con el nombre más freak de la historia), del que prometo resarcir a los incondicionales de este imprevisible rincón dominical, que se nutre de joyas olvidadas como ésta, donde una hora y tres minutos es suficiente tiempo para contar todo lo anterior entre selvas con olor a Titanlux y apartamentos que se vaciaban a partir de las 23h...
Es recomendable por absurda, y también por ser tan encantadora como un pellizco en la mejilla.
Saludos.
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