jueves, 9 de enero de 2020

Nos quedamos en casa



THE ROOM es una película inesperada, de formas rutinarias al principio, que va creciendo exponencialmente a medida que va cobrando sentido, y que remata con un final mucho mejor de lo que se esperaba. Inesperada y sorprendente desde sus créditos, porque su director, el francés Christian Volckman, llevaba nada menos que 13 años sin filmar nada desde aquella reivindicable epopeya futurista animada que era RENAISSANCE. Después, uno no se imagina a Olga Kurylenko en algo que pueda pasar por trascendental, pero la actriz ucraniana solventa su papel con mesura y oficio, pese a que su compañero de reparto, el belga Kevin Janssens, está algún punto por encima. Con sospechosas similitudes con artefactos como la olvidada LA CAJA, de Richard Kelly, narra la adquisición de una antigua mansión por parte de un joven matrimonio (los dos son cuarentones, pero bueno); tras una serie de casualidades, descubren que existe una habitación en la que cualquier deseo se hace realidad, pero no todo lo gratuito sale totalmente gratis... La película va tomando brío a medida que se van aclarando algunas claves, y sin ser ninguna maravilla cumple su cometido de entretener sin más, aparte de rematar convincentemente, sin nada de finales abiertos, lo que se agradece una barbaridad.
Se ve sin agobios y poco más, y no es poco hoy día.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!