lunes, 20 de enero de 2020

Paso a paso



De entrada, una película sobre la terca peregrinación a la ciudad sagrada de Lhasa, por parte de una mujer que prefiere dejarse la poca salud que le queda en ese tortuoso camino, antes que en un hospital, no puede salir bien. Sin embargo, el director de origen tibetano Sonthar Gyal (del que se pudo ver en el último San Sebastián LHAMO AND SKALBE), explora todas y cada una de las posibilidades de un relato que va creciendo en significado a medida que se nos hace partícipes de este "viaje a ninguna parte", que termina siendo el único viaje posible. ALA CHANGSO arranca así, enemistándonos con una mujer demasiado convencida de su religiosidad como para perder el tiempo en médicos, por lo que embarca a su familia en un descabellado viaje a pie, ejerciendo un durísimo ritual que no le permite avanzar más que unos cientos de metros al día. Pero, racionando inteligentemente la información, nos damos cuenta de la complejidad encerrada en cada alma humana; en este caso, porque ella está casada en segundas nupcias tras la muerte de su anterior marido y padre de su único hijo, que no acepta la nueva figura paterna. Abruptamente, la mujer fallece, y el relato cobra otra dimensión, aún más rotunda y esclarecedora, virando el protagonismo a ese hombre, que decide continuar el camino interrumpido, y quién sabe si hacer florecer una vida totalmente nueva. En el delicado borde que separa la emoción de la sensiblería más gazmoña, ALA CHANGSO, antes que una tópica lección de vida, es un humilde acercamiento a las motivaciones de unas creencias que no siempre logramos entender.
Hermosísima.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!