sábado, 11 de enero de 2020

El faro del fin del mundo



Quiero saber qué es exactamente THE LIGHTHOUSE ¿Ocurre realmente lo que nos dice Robert Eggers que está ocurriendo? ¿Aludimos, si no, a una representación extrema, como extremos son todos los condicionantes que la componen? Se abriría ahí una interesante alocución, sobre todo respecto al marcado (y deliberado) carácter anacrónico del film, contraviniendo cualquier recomendación estrictamente comercial e inscribiendo este extraordinario trabajo en otro lugar, el de las obras de arte. Tengo mis dudas, sin embargo, ante quienes han invocado nombres como el de Béla Tarr, porque creo que no va por ahí la cosa. Eggers ha hecho un film que debía ser hecho, y que además debía ser hecho así. Es emocionante ver un formato 1:1,19, y una fotografía en Blanco y Negro alejada del digital, sin miedo a contrastar con vocación documentalista cada cambio en el eje simétrico de unas condiciones temporales infernales. Así como no puede ser más acertado hacer recaer todo el peso dramático en dos actores como Willem Dafoe y Robert Pattinson. Del primero no digo nada, no vale la pena insistir en la magnificencia de su composición; pero del segundo, me reafirmo en señalar que estamos ante unos de los intérpretes llamados a redefinir la conducta actoral de los próximos años, tal es el nivel de réplica que da a un gigante como Dafoe. No convoco nada, no indico nada, sólo reverencio que estamos ante una obra mayúscula, pero también desconcertante; áspera y puntiaguda, como ese slang anacrónico, que sólo podemos admirar los que hemos babeado con Melville o Blake, por poner dos ejemplos de facto. Y luego podremos discutir si todo el asunto central no es más que una desfachatez, o si la pérdida de percepción de la realidad no es un poquito exagerada. Podremos discutir lo que queramos, pero aquí rezuman Murnau, Gance, Lang o Eisenstein, y yo a eso le llamo apostar fuerte y ser comprometido con el medio que amas.
No creo que en conjunto sea una obra maestra absoluta, como sí lo es EL CABALLO DE TURÍN (por aclarar), pero, aunque sea ese conjunto lo que peor le sienta, hay momentos, escenas, planos, que justifican por sí solos a la que es una de las obras más importantes filmadas durante el pasado año.
No se la pierdan.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!