sábado, 18 de enero de 2020

Ladrando a la luna



Lo tiene todo, pero la sensación final es que no aporta nada nuevo. Esta versión CGI de LADY AND THE TRAMP indaga en los mismos aciertos y errores de títulos similares, con los que Disney ya ha empezado a bombardearnos como única respuesta a su notable incapacidad para generar ideas genuinamente nuevas. Sí, los perretes son calcados, tiene una acción meritoria, la dosis justa de sensiblería y un par de imágenes bien rodadas, sobre todo la del plato de spaguetti, con un enternecedor F. Murray Abraham. Sin embargo, no puedo decir mucho más, porque todo esto estaba ya en un clásico intemporal, que cumple nada menos que 65 añazos, manteniéndose como uno de los más maravillosos cuentos con animales como protagonistas. Y es que la humanidad de lo que no es humano está en una humilde comida en un callejón cualquiera...
Se puede ver, no hace daño ni nada.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!