miércoles, 3 de febrero de 2016

Meterse en un jardín



La segunda película dirigida por Alan Rickman se estrenó hace poco más de un año, y pese a que era un proyecto largamente acariciado por él, y que se nota que puso el máximo entusiasmo en el mismo, A LITTLE CHAOS apenas logra sacar la cabecita de entre la superpoblación de productos similares. Y defino: la productora es seria, funcional y poco imaginativa (Artemis), tiene a su flanco un potente inversor (BBC) y un prestigioso estudio de grandes actores (Potboiler). El resultado es inevitablemente seco, correcto y bostezante; un drama de época (el XVIII), con impresionantes vestidos, actores y actrices que no se salen ni un milímetro de la orden dada y un diseño de producción que le debe su luz a una magnífica directora de fotografía (Ellen Kuras).
¿Que por qué deberíamos ver A LITTLE CHAOS?... Sinceramente no lo sé. A mí me pasó completamente desapercibida en su momento y la he rescatado solamente por la desaparición de Rickman, al que adoro como actor, pero que aquí perdió por completo la frescura de su lejano debut. Matthias Schoenaerts y Kate Winslet transpiran poca emoción, y su historia romántica interesa bastante menos que, como decía, el extraordinario trabajo de fotografía. Tampoco está muy lucido el propio Rickman haciendo de un Luis XIV excesivamente "british" (que es el problema de recrear Francia en la BBC...), o un perdido y forzadamente camp Stanley Tucci, que parece que pasaba por allí. El descubrimiento, a mi entender, es el de la fantástica Helen McCrory, actriz de larga carrera televisiva, a la que yo no me perdería en "Penny Dreadful" ni en "Peaky Blinders". Por lo demás, el jardín, efectivamente, es bonito...
Saludos.


3 comentarios:

David dijo...

No la he visto. De todas formas yo pasaba por aquí por una tontería de las mías.
No sé en qué entrada (y he mirado unas cuantas) te dije que por qué todo el mundo escribía la interrogación antes del pero cuando iba detrás... Pues bien, no solo se puede hacer de las dos formas, sino que además, cuando precede a la interrogación, va sin coma...y yo, encima suelo añadirla (supongo que por prisas y mala costumbre; pero aquella vez me da que las metí también). Joder qué chapa te suelto para no comentar nada de la peli, estarás diciéndote. Pues sí, tocayo...Pero tenía la cosa comiéndome la cabeza y como no veía tu mail...
Para salir de dudas:
http://www.fundeu.es/recomendacion/pero-con-coma-usos-apropiados/
PD: En mi descargo debo decir que los ejemplos en el libro que tengo el pero precedía a la interrogación. También decían que iba sin coma (el error de añadirla cuando escribo es enteramente mío; a ver si lo corrijo).
Un saludo.

dvd dijo...

... ¿Pero por qué me pregunta usted esto?...
Bueno, conste que yo suelo poner la conjunción fuera de la interrogación, y la única explicación que le doy es por joder a los "britanistas". No hay nada más rancio que caer en un error por falsa modernidad. A partir de ahí, escríbalo usted como le salga del mismísimo sintagma endocéntrico...
Un saludo.

David dijo...

Jajaja..
Conste que lo primero que pensé es que dejaba a huevo que tu respuesta fuera
¿Pero por qué...? Y aún así me he reído. A mí me gusta cuidar lo de los textos, pero en los comentarios voy demasiado rápido y llego a escribir a ver en lugar de haber o ahí por hay... Así que...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!