domingo, 7 de febrero de 2016

Rincón del freak #223: Sustos en la ciudad dormida



En un momento especialmente significativo de GOOSEBUMPS, el ¿merecido? homenaje a la famosa serie de cuentos de ¿horror? del mismo nombre, el protagonista intenta sacar de sus casillas al personaje interpretado por Jack Black, con el fin de obtener su verdadera identidad, que no es otra que R. L. Stine. Le compara nada menos que con Setephen King... Nada menos. Y es que, mientras el autor de joyas como "La zona muerta", "El resplandor" o "Carrie" ha tenido estupendas adaptaciones cinematográficas, Stine ha tenido que conformarse con discretas subseries juveniles para televisión... ¿Injusto? No lo creo. GOOSEBUMPS viene a confirmar lo que ya sabíamos, que Stine siempre ha sido un escritor para gente a la que no le gustaba complicarse demasiado la vida y que se embebía en absurdas páginas que contenían jocosos refritos de clásicos más que conocidos. Aun así, quien haya leído al autor de Ohio no habrá tenido dificultad en detectar un trasfondo de confortable camaradería en aquellas historias de terror y suspense de blancura indisimulada; algo que guionistas como Drew Goddard han usado en beneficio propio, pasando del simple homenaje al retorcimiento causal. pero que en, por ejemplo, la película que nos ocupa deviene una planicie inventiva preocupante. Y es que aparte de un Jack Black que parece estar pidiendo a gritos que le desaten la lengua, hay muy poco más verdaderamente reseñable en este espídico desfile de monstruillos de andar por casa comandados por un muñeco de ventrílocuo bastante detestable...
Puede que a algún jovencito le haga gracia, poco más.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!