viernes, 26 de febrero de 2016

Bajo el baobab



THE LITTLE PRINCE, EL PRINCIPITO, pudo verse en el pasado Festival de Cannes, y el recibimiento no pudo ser mejor para un film con una misión más que complicada: aportar algo a la inmortal obra de Antoine de Saint-Exupery, respetando sus reglas íntimas y además con un trabajo de animación que conjuga las novísimas técnicas digitales y un maravilloso stop motion. Ambas quedan plenamente justificadas por la historia principal, que cuenta la llegada de una niña junto a su hiperorganizada madre a un barrio de casas adosadas, donde tienen por vecino a un destartalado anciano que no pega en ese entorno asepsiado. La historia la conocemos (la original), y Mark Osborne, con una larga carrera en la animación, consigue, junto a la guionista Irena Brignull, que todo cobre sentido en el momento más difícil. Bien pareciera un simple gancho, escoger a caballo ganador, con una obra incontestable, pero nada más lejos, este "Principito" tiene dos cosas que considero estimables en estos tiempos: un mensaje de esperanza para la animación, fuera de toda cursilería, que no sé por qué ha de asociarse al público infantil, y un puñado de momentos de gran emoción, con ese pequeño personaje preguntándose por qué nos seguimos empeñando en no ser felices, si el, en su pequeño planetita tiene mucho más de lo que necesita...
Es precisamente entonces cuando entendemos la alegoría y desciframos la identidad de ese aviador que todavía no se ha olvidado de volar.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Maravillosa, desde luego.

dvd dijo...

Yo la vi con reticencias, lo confieso, pero se ve que es una producción hecha desde el respeto y la admiración al original. Muy buena.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!