lunes, 15 de febrero de 2016

D. W.: El padre del cine #50



La película de hoy, sin que sirva de precedente, tiene su miga... A ver que no sé por dónde empezar...
Bueno, primero es que ni siquiera puede considerarse una película de Griffith propiamente dicha, aunque al maestro lo llamó in extremis la United Artists para que salvara, en la medida de lo posible, el desastre iniciado por el inexperto Del Lord, que tenía como bagaje algunos cortos con Billy Bevan y cuyas únicas glorias fueron el serial de "The 3 Stooges" y el fallido intento de recuperación de Buster Keaton en los cincuenta. De hecho, la productora quiso contar antes con la talentosa directora Lois Weber (la primera mujer de la Historia en dirigir un largometraje), pero ésta declinó horrorizada ante el indisimulado racismo de la trama. Y es que TOPSY AND EVA era como el reverso reaccionario de "La cabaña del Tío Tom", un alocado slapstick sobre las "incapacidades" de la pobre Topsy, una esclava que fue comprada por la ama Eva por una mísera moneda. Ni siquiera la aportación final de Griffith salvó a esta discutible cinta del fracaso más absoluto, pese a que sus protagonistas, las hermanas Duncan, llevaban algunos años representándola en Broadway. Y es que ya parecía indiscutible que el mudo tendría que dejar paso al sonoro; hecho éste que en nada justifica el sinsentido que fue trasladar un musical a unas imágenes silentes que, como mucho, han quedado como denuncia viva del racismo que palpitaba en Hollywood en aquellos años.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!