lunes, 4 de junio de 2012

Nehorror



Varias cosas. Primero, perdón por el palabro del título, pero debía ponerlo. Después, entre HAUTE TENSION y CALVAIRE hay un mundo (o varios) de calidad e intención, incluso de impostura. Prosigo. Entre el principio y el final de CALVAIRE (nunca el título de una película fue tan elocuente), uno atraviesa un único estado de ánimo, llamado desasosiego, pero hay toda una gama cromática en cuanto a climas, ases en la manga, dominio del ritmo y clarificaciones inmediatas. Concluyo. CALVAIRE, ocho años después de su realización, no se ha estrenado ni distribuido en España ¿Las razones?... Pues no sé, la verdad, pero no creo que pueda atribuirse a su (falta de) calidad... como si eso importara aquí... Resumiendo. CALVAIRE es una película realmente terrorífica, y lo es porque pese a ir de cabeza hacia todos y cada uno de los topicazos del cine de terror reciente, y más concretamente el europeo, y aún más concretamente el francés, los elude todos con soltura e imaginación; básicamente por dos cuestiones, que son el extraordinario trabajo de los actores (grandes actores, por cierto), sobre todo un trío compuesto nada menos que por Laurent Lucas y Jackie Berroyer, que soportan casi todo el peso protagonista en un tour de force espectacular, y el grandísimo Philippe Nahon, que aparece ya al final pero que da la puntilla con acierto. CALVAIRE no es más (ni menos) que el enésimo relato acerca de un incauto que se adentra en territorios apartados (aquí un estrafalario cantante que actúa en geriátricos) y cae víctima del loco de turno, al que iremos descubriendo poco a poco y sin que su culpabilidad quede clara hasta casi el final. Es precisamente esta paciencia, nada habitual en el género, la que da al film ese sabor tan especial a película madurada, pensada y ejecutada en plenitud de facultades. Además, hay varias secuencias que a mí sí que me resultaron impactantes y que curiosamente no son estruendosas ni, como suele pasar; Du Welz prefiere que la imaginación del espectador funcione por sí misma la tensión no estalle, sino que se muestre con toda su macabra dureza, que en este film es mucha. Perentoria recomendación que les hago si es que no la han podido ver aún (que sería lo más normal), pero si lo pasan mal a mí no me culpen. Avisados quedan.
Saludos sufridos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!