miércoles, 16 de abril de 2025

Volver después de todo


 

Es difícil enjuiciar en su justa medida una película como BLITZ, al menos encontrar un cierto equilibrio entre la innegable potencia de sus imágenes, el calado de su mensaje de largo alcance y la búsqueda, casi desesperada, de habitar cada recoveco, sin que nada escape a la mirada avasalladora del cineasta británico. Ahí su mayor acierto, pero también el escollo insalvable de estar asistiendo a una historia que va saltando de aquí para allá, con tal de acompañar a su joven protagonista en una peripecia que nos sirve tanto como aprendizaje vital como visión periférica de lo que supusieron los terribles ataques aéreos sufridos por Londres a cargo de la fuerza aérea alemana. Es una apuesta arriesgada, nada complaciente, que por momentos nos recuerda a aquel (magnífico) Nolan de DUNKIRK, para seguidamente impregnar el relato de la sensibilidad de un Terence Davies o incluso asimilar los postulados del Spielberg más dickensiano, por así decirlo. Quizá haya que darle un poco de tiempo para ver qué deriva toma el cine de McQueen, dadas las críticas y disparidad de criterio de las mismas; a mí me parece una buena película que habla de muchas cosas, y una de ellas es sumamente importante, sólo hay que saber mirar en el sitio adecuado.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!