A lo mejor son trampas, pero tampoco lo creo; hablamos de cine, al fin y al cabo. Puede que la participación de Gene Hackman en aquel mamotreto colosal, desmesurado y renqueante, difícil de defender, que fue WYATT EARP, oscilara entre lo anecdótico y lo testimonial. Tengamos en cuenta que estamos ante un western de más de tres horas, con un reparto brutal, en el que Lawrence Kasdan hizo una de las suyas, colgando la cámara de un Kevin Costner que venía con el piloto automático desde el baño de multitudes en los oscar de hacía cuatro años.
De hecho, la lástima es que no aprovecharan a Hackman como némesis necesaria de un Earp que parece una especie de superhéroe invulnerable, rodeado de unos villanos sin carisma. Tanto, que alguno te llega a caer bien, sobre todo porque Costner hace que te acuerdes de Henry Fonda (aunque invocar PASIÓN DE LOS FUERTES parezca un chiste), recreando uno de los héroes más desagradables y moralmente indefendibles que recuerdo, básicamente porque Kasdan nunca ha sido hábil manejando la ironía, ahí están sus chicles moralizantes alargados, por mor de una incomprensible morriña de unos grandes estudios que hacía décadas que no existían. A mí me ha vuelto a aburrir tal y como cuando la vi en el cine hace treinta años, excepto algunos picos de épica, no muchos, y la excepcional interpretación de Dennis Quaid, en las antípodas de Victor Mature, igual de emotivo.
Saludos.
2 comentarios:
Enésimo acercamiento cinematográfico a la figura y los tiempos del famoso árbitro de la ley. El que ahora nos ocupa no posee el lirismo y grandeza de John Ford en PASIÓN DE LOS FUERTES, ni su distanciada y socarrona mirada de madurez en el episodio de EL ULTIMO COMBATE, tampoco la solidez y escueta fuerza de John Sturges en DUELO DE TITANES y LA HORA DE LAS PISTOLAS, ni los recargados tintes desmitificadores de Frank Perry en DOC, o el hortera efectismo de George Pan Cosmatos en TOMBSTONE. Entonces, ¿qué aporta la versión de Lawrence Kasdan? Enumeremos: una supuesta fidelidad a los hechos históricos (que sin embargo no evita un desdibujado boceto de algunos personajes clave en torno a Wyatt), cuadros de la época virtuosamente reconstruidos a través de un cuidado diseño visual y una excelente fotografía, mucho metraje, en fin, para contarnos pocas cosas nuevas y también —hay que decirlo—una cargante presencia del monocorde Kevin Costner componiendo un Wyatt Earp del que únicamente borda su lado antipático.
Un saludo.
Impecable descripción. Me da que Kasdan quería "el biopic perfecto", pero el film funciona a hipidos, renqueante, sin poder sobreponerse a su peso específico. No le hace falta ser tan larga, Costner va de sobrado (como su personaje), y algunos secundarios se asfixian y empequeñecen, excepto el Doc Holiday de Dennis Quaid, un actor que siempre me ha parecido mucho mejor de lo que se nos ha mostrado.
Un saludo y gracias por comentar.
Publicar un comentario