martes, 7 de enero de 2025

Vida de diva


 

Es de justicia exponer la importancia de TACONES LEJANOS en la carrera de una actriz siempre respetada, pero a la que le costaba encajar el peso de su estrella en una industria, la española, poco dispuesta a ir en aras del glamour. Es difícil constatar si fue Almodóvar quien encontró a la actriz perfecta para interpretar a Becky del Páramo, o Marisa Paredes la que al fin obtenía un personaje que, eso sí, sólo ella (con permiso de Charo López) podía interpretar. La película es otra cosa, un aprisionar por la fuerza del melodrama exacerbado, con una trama deliberadamente quijotesca, que respira sus mejores momentos en unos números musicales inolvidables, sobre todo los que tienen a la propia Marisa Paredes y Miguel Bosé haciendo suyos dos excelentes boleros interpretados por la divina Luz Casal, y que se cuentan entre las mejores escenas filmadas por el manchego. Una mamarrachada colorista, iconoclasta, con el pretexto de la vuelta de la actriz exiliada en México, que se encuentra con su hija (Victoria Abril) nada menos que casada con su antiguo amor. A partir de ahí, putiferios sincronizados, polvetes para sustituir al Valium, barbas postizas, bollerismo de intramuros y hasta una Schweppes cola, que ha sido un recuerdo desbloqueado de los buenos. Almodóvar en estado puro, dándole el centro del escenario a la actriz (no tengo ninguna duda) que redimensionó su cine y lo lanzó definitivamente al reconocimiento internacional. No es poco.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!