lunes, 6 de enero de 2025

Por la cara


 

Va a ser difícil encontrar en el extenso cartel de Sitges de este año un film mejor que A DIFFERENT MAN, que, a excepción de alguna imagen inquietante, poco tiene que ver con el cine fantástico, pero que nos presenta un terror que podríamos identificar inmediatamente con el imaginario de Charlie Kaufman. Personas angustiadas más allá de una situación que, no por visible, se intensifica por la imposibilidad de moverse con fluidez en una sociedad que exige herramientas que sólo se venden en el bazar de la hipocresía galopante. Nadie es explícitamente cruel con Edward, no al menos por su aspecto, pues su rostro deformado le aparta menos de la gente que su propia tendencia antisocial. Es el gran acierto del guion escrito por Aaron Schimberg, por el que ganó el galardón a esta categoría, aunque el trío protagonista está absolutamente genial, con un Sebastian Stan en las antípodas de sus héroes de acción, la noruega Renate Reinsve dando una lección de naturalidad sin esfuerzo, o un antológico Adam Pearson, o qué diablos significa ser un actor de verdad, haciendo que te importe un bledo cómo luce su rostro. Al contrario que en LA SUSTANCIA, el cambio físico extremo no es motivo de celebración por poder hacer lo que antes sólo era un sueño, sino la constatación (pesadillesca, sí) de que uno es como es por dentro por mucho que todo cambie por fuera. Una película ácida, mordaz, que da incluso reparo que te haga gracia, o ese reverso hollywoodiense que resuena como la pequeña venganza de quienes tienen talento pero carecen de visibilidad.
Hay que seguir a este director.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!