lunes, 20 de enero de 2025

Huida del tedio


 

No hay nada menos defendible en cine que hacer apología de lo que nos ha aburrido, lo que suele hacerse en pos de que lo solemne, lo circunspecto, son sinónimos de calidad, y tampoco es eso. Una de las películas más entretenidas del último Sitges fue ESCAPE, y puedo asegurar que ésta es su gran baza, pues su endiablado ritmo y corta duración nos hace pensar en otras épocas, donde noventa minutos bastaban para despachar una historia con planteamiento, nudo y desenlace, que debería ser la norma si amos a lo puramente comercial. Básicamente, es la historia de un sargento norcoreano, cuyo sueño es cruzar la frontera y largarse del inmundo régimen que lo atenaza, para lo que idea un ingenioso plan de escape, que ensaya invariablemente en unos pocos minutos diarios. El guion, magnífico, se dedica a familiarizarnos con lo inverosímil, y el plan de huida se complica hasta extremos insospechados, sobre todo con la introducción de otro personaje, un mayor que oscila entre la genialidad y la psicopatía, y que se obsesiona con el protagonista por culpa de un pasado en común que explica muchos de los cabos sueltos de una trama siempre en el alambre, pero que logra llegar indemne hasta un tramo final especialmente emotivo. No es la película que les cambiará la vida, pero son 90 minutos en los que cabe acción, drama, comedia y hasta denuncia social. No sé quién da más.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!