martes, 14 de enero de 2025

La memoria estropeada


 

Es lo que tiene dejar pasar los años, no volver a una película, manteniendo el recuerdo en la bruma de no haber entendido bien la historia, y conformarse. No recordaba que EL ESPINAZO DEL DIABLO fuese tan buena, cómo el guion van mutando con buen ojo, desde el relato sobrenatural, apenas una excusa por muy bien que esté rematada en el escalofriante desenlace, hasta una especie de western truculento e inesperado. Se trata de hilar con paciencia todos los cabos, la mayoría sugeridos: el orfanato en ninguna parte en los últimos estertores de la guerra civil; la llegada de un chaval y su difícil adaptación; las tensiones internas entre la directora, el médico y un antiguo interno que realiza los trabajos físicos; la presencia inquietante de un fantasma. Pero ya lo dice el propio lema del film ¿Qué es un fantasma? Del Toro se las arregla para que nada chirríe, y debería, pero los actores están convincentes, las relaciones tienen sentido, el trasfondo de la guerra, aun en sordina, incrementa el clima de violencia creciente y no hay un solo paño caliente en una historia repleta de niños, algo insólito en estos tiempos de cristal fino. En definitiva, una película que se me ha revitalizado sorpresivamente y que no recordaba volver a ver desde el año de su estreno. Eso y disfrutar, claro, de una pareja de actores que son un lujo para los sentidos...
Hasta aquí el homenaje. El cine sigue...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!