sábado, 12 de marzo de 2016

Sensación definitoria/definitiva



Varias cuestiones. Primero, la extraña sensación de ver al alumno triunfando donde el maestro ni siquiera parece poder asomarse. Después, otra sensación, la de estar ante uno de esos escasos momentos en los que el presente queda definido a través de una mirada al pasado, intentando desesperadamente que no olvidemos para no tener que recordar. El debutante László Nemes da un paso más allá en la representación del horror de los campos de concentración nazis, y lo hace con un pie en lo sublime y otro en lo ridículo, que parece inherente y reservado a las grandes obras, las que perdurarán pese. o gracias, a su propia circunstancia irrenunciable. SAUL FIA (EL HIJO DE SAÚL) es una obra refractaria a cualquier exhibicionismo, casi se puede decir que es una especie (y espero que me perdonen) de "selfie" incesante; la cámara respira, y la cámara cae y se levanta como su único y omnipresente protagonista, un sonderkommando que en un súbito ataque de lucidez, o locura, si es que ambas cosas no son lo mismo, planea un acto descabellado: enterrar a un niño, el único superviviente de un gaseamiento masivo, tras ser asfixiado por un médico nazi. Sin cuidado, o sin verdadero valor, Nemes habría caído en el ridículo, pero esta es una película dolorosamente sublime, y nosotros, atónitos, asistimos al desenfocamiento del horror, reducido a "algo" que ocurre en segundo plano, y que parece ser, por mucho que nos asquee, la única forma de mantenerse en pie y seguir ¿Seguir a qué? Esa cuestión crucial nos es planteada mientras el objetivo, la misión, se transforma en una especie de escudo absurdo que protege a este hombre mientras miles de personas son aterradoramente exterminadas. Quizá no sea la definición más ajustada, pero quien fuera asistente de Béla Tarr ha logrado insertar una cámara en el corazón del horror, en lo irrepresentable.
Magistral.
Saludos.

2 comentarios:

ricard dijo...

Nemes muestra todo el horror del Holocausto quizás de la única manera en que es posible hacerlo.

Saludos.

dvd dijo...

Y aun así es casi insoportable...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!