lunes, 7 de marzo de 2016

D. W.: El padre del cine #53



En 1929, Griffith filmó LADY OF THE PAVEMENTS, que confirmaba el poco tiempo que le quedaba en una industria que lo iba dejando rezagado a pasos agigantados. El interés de este recargado dramón reside menos en su previsible guion que en el carisma de sus intérpretes, que sostienen una intriga que se ha hecho mejor en otras ocasiones. Un diplomático alemán (William Boyd) sorprende a su prometida (Jetta Goudal) mientras le es infiel; preso de la ira y con su honor mancillado, le jura que no se casará con ella y que además buscará a su futura esposa en los callejones más bajos. Ella, finalmente, era la mítica Lupe Velez, en uno de esos papeles que le iban perfectos y que servía a Hollywood para ejercer su habitual discurso moralista y de un machismo recalcitrante. Aunque, independientemente de esto, lo que realmente molesta es la rutinaria producción de Joseph Schenck y el escaso brío de un director en sus horas más bajas. No ha pasado a la historia, pero puede verse como una curiosidad al final de una carrera insuperable.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!