viernes, 11 de marzo de 2016

Los malhadados



Ustedes saben qué película ha ganado este año el oscar a mejor película, valga la redundancia. Otra cosa es por qué. Porque si piensan que esa película es "valiente" (si es que puede adjetivarse así), es que no han visto EL CLUB.
EL CLUB no puede ni debe explicarse mediante eufemismos, su frontalidad así lo indica, y su denuncia reside precisamente en la modulación, exquisita por momentos, de la culpa y la toma de conciencia de la misma, o incluso la puesta en imágenes de la preservación del olvido, que raya, en sus momentos más álgidos, el cinismo más cruel.
EL CLUB es una película chilena sobre cuatro malnacidos y un malhadado, y también hay una santa diabólica y un santo impotente. Y les prevengo de que no es divertido ver a un cura acusado de pederastia, ni a otro pegarse un tiro. No es divertido verles apostando a carreras de galgos, o emborrachándose por las noches. Y Pablo Larraín parece querer invitarnos a que pensemos en que un exterminio rápido y limpio hubiese sido mejor solución para lo que apenas se puede considerar como deshechos humanos. Y frente a ellos, la víctima, traumatizada ya para siempre, para siempre será el pobre loco.
Yo no los perdono. Jamás.
Saludos.

4 comentarios:

Jimmy FDZ dijo...

Esta película es muy buena, en su momento la fui a ver con unos amigos y quedamos todos locos. Lo curioso es que después nos emborrachamos y todos sentíamos como si hubiésemos visto la película ya borrachos... También nos llamó la atención lo impune que habría quedado si se deshacían de la víctima: nadie fuera de ese pueblo se habría enterado, otro secreto más que cargar.
Saludos.

Mister Lombreeze dijo...

Hay que ver esta película sí o sí.

ricard dijo...

Es una denuncia sin reservas ni eufemismos. El horror sin más.

Saludos.

dvd dijo...

El acierto de Larraín, lo que distingue a su película del montón, es que si no nos explicitan que se trata de sacerdotes pasarían por delincuentes de poca monta...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!