martes, 15 de marzo de 2016

Chantal Akerman, enemiga íntima #10



En 1982, Chantal Akerman filmó su película más lírica y, quizá, también más abstracta. TOUTE UNE NUIT es como un paseo silencioso por unas cuantas vidas nocturnas en una Bruselas extrañamente cálida y acogedora; personas que se encuentran y se desencuentran, que están solas incluso acompañadas, que frecuentan bares a punto de cerrar o pasean por parques bajo una luna testimonial. Fiel a su estilo, tan cercano como marciano, la directora parece querer abandonarse al musical arrabalero, o cortar una conversación telefónica bruscamente, u observar el rostro vaciado de quien deriva sus pensamientos por culpa de los pensamientos del otro.
Es una película que transcurre, por supuesto, de noche, sin alzar la voz, y envuelta en lo que se intuyen posibles bosquejos para futuras historias. Porque todas, hasta las más insignificantes, merecen ser contadas...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!