miércoles, 17 de febrero de 2016

Remar y remar



CLOSET LAND es una película que fue concebida para "gustar" a toda costa, y eso no funciona. Tengamos en cuenta que se trataba de un proyecto de Amnistía Internacional repleto de buenas intenciones, fundamentalmente la denuncia de los abusos de poder que "algunos gobiernos" ejercen sobre la ciudadanía. Efectivamente, la inconcreción de es mala aliada, porque se sabe el "qué", pero no el "por qué". Además, desconozco si fue por falta de presupuesto, pero el espacio único aquí deviene, más que angustia, tedio; no se consigue el repóquer de las grandes obras de teatro, que es filtrar en la imaginación del espectador cualquier cosa que se esté desarrollando fuera del escenario, aun cuando lo único visible es, claro, dicho escenario. Buen teatro o mal teatro, que aquí es mal cine, mal rematado por una directora inexperta y de la que poco se ha sabido después.
¿Que por qué la uso para rematar mi mini-homenaje a Alan Rickman? Pues porque Rickman (y en mucha menor medida, Madeleine Stowe) es capaz de sostener, hacer creíble y expandir fuera de sus fronteras este anticuado tour de force psicológico, ridículo ya desde su propio argumento y presentación de personajes (¿Una escritora de cuentos infantiles torturada por sus ideas?... ¿es esto una alegoría deeper than mind, o me estoy perdiendo algo?). El despliegue de facultades del actor británico es tan descomunal que se come con patatas a la Stowe, tan recatadita como siempre, y no lo digo por decirlo, sino porque los responsables del film debían haberse dado cuenta de que si quieren plasmar a un torturador intentando quebrar la resistencia moral y mental de alguien retenido contra su voluntad, cada segundo debe aspirar a hacernos volver la cara por insoportable; en cambio, TIERRA DE ARMARIOS (es que tampoco entendí el título) se ve con pocos sobresaltos y menos dilemas morales. Es decir: la perfecta definición de cómo una película es incapaz de estar a la altura de su intérprete principal...
El día 21, Alan Rickman hubiese cumplido 70 años. Felicidades de todas formas, Mr. Rickman...
Saludos.

2 comentarios:

David dijo...

Hostia! Esta peli la vi en el Festival de Cine de Donosti. Creo que estaba en la Sección Oficial (y yo me las tragué todas porque conseguí un pase de prensa). Pero casi no la recuerdo. No recordaba ni quiénes habían sido los intérpretes (ya ves que no me caló mucho)... Pero he visto la foto y he leído la reseña y venirme de golpe.

dvd dijo...

Si no recuerdo mal era de principios de los noventa. No importa, la idea de inicio es interesante, pero está tan mal rodada que parece uno de esos insertos de Cuarto Milenio... Lo que pasa es que a mí me encanta regodearme cuando un actor está soberbio en una película infumable... Cosas que tiene uno...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!