Vale que lo de Rod Serling con aquellas tétricas introducciones en "Twilight Zone" sentó cátedra televisiva, y que luego ha sido mil veces copiado y manoseado. Lo que ya no vi venir es que el propio Serling se dedicó a autoexplotarse en ínfimas pseudoproducciones catódicas, donde cualquier cosa valía si tenía la dichosa introducción y, cómo no, un epílogo. ENCOUNTER WITH THE UNKNOWN era un "comprimido" de tres historias en apenas 90 minutos, donde el parlamento de marras ya se ponía más insoportable que un bot en Twitter, engolando datos pseudocientíficos para prepararnos ante lo "desconocido". Tres historias que no pueden ser más tópicas y estar hechas de manera más cutre, y lo digo sin condescendencia. Rápidamente, la primera parece una especie de DESTINO FINAL, en la que la madre de un joven maldice (literalmente) a los tres colegas que dejaron morir a su hijo, por lo que ya sabemos cómo acabarán. La segunda parece la más prometedora, donde un chaval encuentra un misterioso agujero en mitad del campo, que hace desaparecer a su perro y a todo el que se aventure por sus contornos. Podría hacerse algo con esta premisa hoy día, pero qué más da. La tercera es aún peor, porque es la arquetípica historia de la chica de la curva, que un hombre encuentra en mitad de un puente y lleva a la dirección que le indica, pero el padre, ya anciano, le informa de que su hija la palmó hace mucho tiempo.
Nada, que no pierdan el tiempo que yo he perdido con esto y se dediquen a hacer punto de cruz o pintar alguna barandilla oxidada...
Saludos.
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