jueves, 15 de mayo de 2025

Bonito, hermoso o doloroso


 

Por puntualizar la entrada de ayer, me acordé de DEDE (me encanta hacer estas cosas con las palabras...), una película georgiana de 2017 que no ha visto nadie y nadie reivindica. La cosa es que podría tener su explicación, pues su descarada exposición de un miserabilismo sin matices es jodida de defender, mientras que el retrato que hace de una mujer atosigada por las costumbres de su pequeña aldea no despega de la discutible elección de su protagonista, con una inexpresividad que no parece deliberada. Dina queda prometida a la fuerza con un hombre al que no ama, y desafortunadamente bebe los vientos por su mejor amigo, que acaba de llegar de la guerra de los Balcanes. Sin embargo, un trágico suceso (que no desvelaré) hace que su vida cambie para bien. Por supuesto, la felicidad no dura, y nuevamente se verá ante una disyuntiva similar, con el agravante de que su familia ya le ha dado de lado por completo y no comparte su gusto por la rebeldía. El gran problema que plantea el guion proviene de cómo no puede separarse de su propia e inestable magnificación de acontecimientos, abrazando un tremendismo que no agiliza la realización y la deja como una de esas curiosidades, exóticas sólo por su procedencia, pero con un valor cinematográfico como poco cuestionable.
Sólo la recomendaría a buscadores de oro con gran fe en su olfato.
Saludos.

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