martes, 13 de mayo de 2025

La importancia que se le quiera dar


 

He descubierto que la mejor herramienta para detectar en qué transformaciones andan las cinematografías, es visitar ligazones de menor perspectiva; directores, actores, guionistas en su mayoría aún activos, incluso en eso tan moderno que es "su prime". Las diferencias, en muchos casos insalvables, nos hablan de modos y maneras que hoy día ni se plantean, pero que entonces ya olían a apolillado. Por ejemplo, INVENTING THE ABBOTTS, uno de esos dramas de carácter interclasista tan caros a los americanos, que en 1997 tenía todos los elementos para inscribirse como una especie de neoclásico ambicioso y perfeccionista. Con el protagonismo compartido (mal compartido, me temo) por unos jóvenes Joaquin Phoenix, Billy Crudup, Liv Tyler y Jennifer Connelly, el previsible guion no consigue escapar del best seller de Sue Miller, y lo que se promete como una cruda historia repleta de rencillas, cuernos y secretos inconfesables, se va diluyendo a medida que el irlandés Pat O'Connor empieza a desdibujar personajes y centrarse en planos cortos de embobamientos y frases melosas, cuando había un motor más interesante en las andanzas del primogénito (Crudup), follarín empedernido y obsesionado con las tres hermanas Abbott, para restregarle a su iracundo padre que, aunque no logre acceder a su fortuna, va a deshonrarle de la forma más vergonzosa. Lastimosamente, el film ha quedado muy sepultado para lo que prometió entonces, excepto por servir como modelo de tantas y tantas subproducciones plataformeras, para que vean que el tiempo pasa pero los mercaderes no descansan.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!