martes, 26 de octubre de 2010

Los problemas de un melodrama hondo y metafísico



El título tenía que ser éste, lo siento, pero al no ser lector habitual de esas novelas gigantescas donde todas las pasiones del mundo (y hasta alguna más) se dan la mano, una película como WATER me deja más bien frío, pese a que hasta yo sea capaz de descubrirle alguna virtud que otra.
WATER es la tercera parte de una trilogía que no he visto, completada por FIRE y EARTH, y que narra las tremebundas vicisitudes de una niña que es internada en un siniestro refugio para viudas (recordemos que se trata de ese entrañable país llamado India) después de que, en una nauseabunda operación monetaria, fuese casada a la fuerza con un tipo al que le quedaban dos telediarios. Allí, abandonada a la inevitabilidad de su destino, la niña conocerá de primera mano reglas estrictas, insospechadas camaraderías y algunas historias desgarradoras, como la de la anciana que lleva toda la vida recluida y ha sido reducida a un trozo de carne servil. Hasta aquí,  acompañada por la soberbia fotografía de Giles Nuttgens, y pese a que nos toca lidiar con el cansino new age de Mychael Danna, Mehta ofrece un relato con pulso y pocas autocomplacencias; lo malo llega cuando toca introducir el elemento romántico, que no sé qué pinta aquí, y que es una azucarada historia de amor entre una joven viuda y un joven seguidor del incipiente Gandhi, que equivaldría aquí a un progre con chaqueta de pana y Marx bajo el brazo. Ahí todo se despeña, empezando por la estética, abandonada por la ética (no todo tratamiento de imagen sirve para todo tratamiento de un guión) y folletinizada hasta la exasperación de la alegoría ramplona, como, por ejemplo mostrar al despechado amante mirando un árbol rodeado de velas con rostro lánguido junto a un río, sin que sepamos para qué. Como tampoco sabemos, tras una larga hora, dónde diablos se ha ido la niña que tanto sufría, convertida ahora en una pelona rapaza capaz de mil diabluras. En fin, como sé de buena tinta que hay cientos de miles de seguidores/as de este tipo de historias, pues como que no me ensaño más con ella; supongo que a estas alturas a buen entendedor...
Saludos mojados.

2 comentarios:

Alamut dijo...

Yo creo que la idea es buena, pero que se queda en vanalidades conocidas, cuando el tema es para profundidades abisales. Y creo que toda la serie (ahora son cuatro con el estreno de Cielo) adolece del mismo mal, no tiene dimensión, es algo plana, opino, vamos.
Saludos

dvd dijo...

Sí, más o menos viene a ser eso. No creo que vea de momento la que dices...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!