jueves, 14 de octubre de 2010
Películas para después del Prozac #4
Una de las películas más deprimentes que he visto jamás es THX 1138, debut en la dirección de un joven George Lucas y prueba viviente de que siempre es posible usar una cierta pobreza de medios para obtener justo el efecto contrario. Porque Lucas nos proponía, hace ya cuarenta largos años, todo un mundo alternativo al nuestro, tal y como lo concibieron, por ejemplo, los Wachowski en MATRIX, sólo que al contrario, es decir, reduciendo el espacio a un lábil fundido a blanco que pretende ser un ingenioso émulo ornamental de la nada absoluta. Y es que THX 1138 trata sobre la represión absoluta de las emociones en una sociedad donde el ser humano no sirve para nada que no sea la realización de un trabajo concreto; esto es conseguido mediante una serie de drogas inhibidoras, mientras que cualquier atisbo de insumisión es rápidamente sofocado por unos policías tan impersonales como inquietantes. Por otra parte, se ha creado una figura absoluta e inconmovible, llamada Om, que no es más que la efigie de Jesucristo en un cuadro, un icono reverencial que equilibra un posible temor existencial.
Hasta aquí, todo este "orwelliano" entramado podría haber dado como resultado un interesante trabajo de tintes extremos. Pero no nos engañemos, estamos hablando de George Lucas, que ya tenía en mente lo de la ciencia-ficción como sublimación en sí misma del arte de contar historias, lo que ha dado como resultado la irrefutable verdad de que Lucas es un director mediocre con veinte o treinta ideas brillantes por minuto; y esto, trasladado a la exhuberancia argumental de STAR WARS extrae un clásico insuperable, pero en un secarral como éste sólo nos deja un film tan aburrido como desolador, al que sólo salva por los pelos (sí, es otro chiste malo) el buen hacer de Robert Duvall (¿cuántos truños ha dignificado este hombre en su extensa carrera?) y algunos hallazgos visuales que luego Lucas iría incorporando a su famosa saga. Vamos, que te puede derrumbar una alegre tarde de Domingo con la misma facilidad que desmiente ese extendido mito de que el estilo ibicenco es el summum de la juerga y la alegría...
Saludos de un tipo que tiene entre una larga lista de razones para no ir al cine, la de que no quiere quedarse sordo antes de tiempo por culpa del puto sistema de ruido... digo sonido, inventado por este gañán.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
Aún no la he visto (ni La Mosca, pero esa la verdad no tengo tantas ganas). Bueno, la verdad es que luego te toca una de las de "good-felling" o películas para sobrellevar una depresión. Esas me van más (ja,ja).
Duvall, al igual que Hackman.
Como decía Beatty de su amigo Hackman. "La película podrá ser una mierda, pero él siempre está bien."(malcito de memoria).
Un saludo.
Secarral es una buena descripción, pero para haberse hecho con cuatro duros me parece más que decente, aunque no acabe de aprovechar las ideas que plantea. ¿A este capullo hay que agradecerle que tengamos que tener seis altavoces por el salón que no sirven para una mierda?
A mñi me parece un buen intento de pesadilla futurista. Es cierto que el film es deprimente y austero pero el argumento lo requería. Es un trabajo universitario de Lucas, cuando iba de autor intelectual y de culto, pero luego se le olvidó ese rollo enseguida.
Desde luego la prefiero a sus últimas producciones.
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