sábado, 30 de octubre de 2010

Enfermedades venéreas del corazón



PRECIOUS es, ante todo, una mala película, perjudicial película, innecesaria película, ridícula película. PRECIOUS es, para resumirla sin muchos problemas, el desenmascaramiento según el que las clases acomodadas norteamericanas ven, desde su intocable púlpito, a los desheredados y vapuleados seres que sólo tienen derecho a habitar su mismo país por una cuestión de higiene moral aplicada. De verdad que me voy a divertir mucho la semana que viene con lo de Sitges, porque no se pueden dar tantos palos injustamente a películas de cierta calidad (más o menos, pero cierta calidad) mientras una aberración, como es la que nos ocupa hoy, es aplaudida, celebrada y presentada en una alfombra roja como si hubiesen lanzado un trozo de carne sanguinolento y lo hubiesen vestido de Armani para recibir los flashes. Sí, PRECIOUS es una mala película, mal concebida, mal estructurada, mal interpretada, dirigida y ejecutada; pero no me rasgo las vestiduras por eso, no me importa, he visto demasiado mal cine como para tirarme de los pelos; el problema fundamental es el alcance real (de reality show) con el que, alegremente, se representan las desgracias de una adolescente de raza negra que vive con su insoportable madre, que sólo la quiere para cobrar un subsidio y de la que sabemos que su desaparecido padre (o padrastro, no queda claro) la ha violado repetidamente, dejándola embarazada dos veces. El infierno sobre la tierra tiene los indolentes rostros de Mo'nique, Lenny Kravitz y Mariah Carey...¿?, en algunos de los papeles más ridículamente hilarantes de todos los tiempos. No se cuestiona nada, nadie asume su culpa, sólo se exponen unos acontecimientos de la misma forma en que podríamos llorar al abrir un pez en canal, con la frialdad medida que da el tener las espaldas bien cubiertas. Y es una lástima, porque de haber estado en otras manos, PRECIOUS podría haber ofrecido un panorama totalmente diferente y de una enjundia mucho más contundente y, sobre todo, creíble. Una vez más, el "amigo americano" cae en su propia trampa, justo cuando se atreve a omitir los candelabros coloniales de las reuniones sociales para ironizar acerca del verdadero origen de dichos candelabros.
Saludos refulgentes.

5 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Intuyo por sus palabras que no le ha gustado.

Crowley dijo...

JO, cualquiera va y dice ahora que le ha gustado aunque sea un poquito... Yo no me atrevo jejeje
Saludos

dvd dijo...

Lo digo francamente: es una película de la peor calaña, y lo peor es esa escuela... dios mío, si parecía una serie cutre de los 80...

ElChicoDelChandalDeLos90 dijo...

Pues a mi la gorda me pone brutísimo...
Esos morritos que tiene yo, yo, yo...

dvd dijo...

Jajajajaja!!! Es lo mejor que he oído en años...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!