miércoles, 28 de marzo de 2012
Se busca público
Terminamos en un principio (extraña frase, la verdad) con los oscar'12, aunque lo lógico es que los films que han ido copando los lugares más secundarios de dicho certamen vayan apareciendo de cuando en vez en este blog que, un poco contra natura, ha dedicado más tiempo a ello que en años anteriores. Y terminamos con la película que ganó el premio a mejor película de animación, apartado éste cada vez más injusto, pues casi todos los años suele ser de lo mejor que se ve, a veces con magra diferencia. No es el caso, pero por poco; porque RANGO tiene tantas virtudes como defectos, pero suple sus muchas licencias con un sentido lúdico que, supongo, es lo que decantó a la Academia para no torcer el gesto ante una historia mucho más sombría de lo que parece. RANGO es la espídica historia de un camaleón que viste camisa floreada (sí, como Clooney este mismo año), ensaya alucinadas obras de teatro junto a peces de plástico y bustos de Barbie, calza la desconcertante voz de Johnny Depp y viaja en una pecera que va en la parte trasera de un coche que cruza el desierto de Mojave y tiene un pequeño percance, por lo que la pecera y todo lo que va dentro sale disparada y se estrella en la carretera bajo un sol ardiente. Seguir narrando sería imperdonable, pero uno resiste a duras penas, puesto que la gran virtud de RANGO es su agradecible fluidez, incluso teniendo la sensación de que a veces el guion se mete en callejones sin salida, exactamente igual que su tremendo protagonista, que pasa de estar al borde de la muerte por desecación a convertirse en inopinado líder de un pueblo exprimido (literalmente) por una serie de fuerzas fácticas que (y aquí viene el punto fuerte) últimamente nos vienen sonando demasiado. Así, y puede que sin pretenderlo, Verbinski ofrece un nuevo pack de aventuras sin resuello, pero a diferencia de sus atildados "piratas", lo que subyace bajo sus colores y virguerías visuales es una descarnada crítica, otra más, hacia los desalmados que nos han llevado a la crisis económica actual. Y es que, señores, el monotema está servido.
Saludos camaleónicos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Nada mejor que la sátira para denunciar las injusticias. Técnicamente es una película deslumbrante, lo mismo que Tintín, solo que Tintín es un coñazo, lo mismo que algunas películas de Ken Loach que denuncian injusticias pero aburren, lo mismo que Tintín y lo contrario de Rango.
Estuve a punto de mearme encima cuando Rango cambió de piel dos veces seguidas abrasado por el calor del desierto. Gran peli y como dijo un crítico ocurrente "rodada por fin en glorioso 2D".
Es una película extrañilla; ni para niños ni para adultos exigentes, lo que juega en su contra es eso, que quiera contentar a todo el mundo...
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